Nos encontramos en Sant Antoni de Portmany, el pueblo más conocido de Ibiza ya que en él todos los tópicos sobre la isla se hacen realidad y se acentúan hasta niveles insospechados. Es un pueblo volcado a la temporada estival donde los turistas, sobre todo jóvenes, invaden sus calles y llenan los hoteles, terrazas y restaurantes. Si Ibiza es la Meca de la música electrónica, San Antonio es el dormitorio; de hecho las mayores macrodiscotecas se encuentran allí. Es difícil encontrar una alternativa alejada de la música electrónica. Es casi lo único que vende y la mayoría de la juventud viene exclusivamente para eso, por eso nos sorprende la iniciativa de Eduardo Puget, alias Eddie, y Amanda, que han decidido montar un festival de rockabilly. Sí, rockabilly en el centro del corazón del house.
Amanda es profesora de baile y Eddie regenta un diner en medio de todos los negocios típicos y trillados para británicos. Despunta porque es la oveja negra del paseo, lo único que se aleja de los cánones impuestos por los demás. Lo único que estéticamente se aleja a todo lo establecido, a los locales que son la copia de la copia. Y de ahí surgió la idea: de conseguir que aquello que le hace diferente, le haga especial. Están convencidos de que pueden hacer llegar el rockabilly y el baile a más gente y que la gente se involucre y mueva el cuerpo al ritmo del Dj. De eso se queja Amanda, de que la gente no baila; sobretodo se queja de que los hombres no bailen y queden mujeres sin pareja. Quieren hacer llegar la cultura rockabilly y su baile a la mayor cantidad de personas y que estos interactúen, se quiten las vergüenzas y se pongan a mover el esqueleto bajo la embriaguez del swing y los movimientos hipnóticos de cadera del hula hawaiano.
Eddie es un enamorado del rockabilly y lo lleva con orgullo desde la estética, con su ropa vintage, hasta la filosofía de vida. Dice que siempre han sido pocos, pero constantes desde los años 80. Nos cuenta entre risas que son «como los de la aldea de Astérix y Obélix rodeados por el Imperio Romano», en este caso imperio de música electrónica. Comenta que es su hora de «coger el relevo e intentar reavivar la llama del rockabilly en Ibiza» como otros hicieron cuando él era más joven. Afirma que el swing y el rock es música intergeneracional, que son eternos, y ese espíritu quiere avivar en su primer festival 100% rockabilly con los que deleitará a los asistentes con espectáculos burlesque, swing, hula, clases de baile ofrecidas por Amanda (desde ya se pueden concertar citas para que te enseñe unas nociones antes del festival) rifas de camisetas Hawaianas y discos; tatuadores y hasta un Cadillac auténtico de la época para hacerse fotos. Y, como no, un concierto del grupo The Frígolos, la revelación musical en Ibiza de los últimos 12 meses con sus, nada más y nada menos, 80 bolos a la espalda. Según afirma uno de sus integrantes, están sorprendidos pero también contentos porque eso quiere decir que gustan; y es algo muy difícil en Ibiza, donde el monopolio lo tiene la música electrónica.
The Frígolos es un grupo autogestinado, que se ha convertido en la sensación musical del año en Ibiza. Está formado por P.J. Gonzalez a la batería, Mascaró al contrabajo, Ricky Lee como primera guitara y Robert como segunda guitara. P.J y Mascaró son ibicencos, Ricky Lee es de Barcelona y Robert es británico. Se agruparon hace cerca de un año y entre sus influencias musicales destacan a Eddy Cochran, Stray Cats, Meteors, Cramps, George Jones y Johnny Cash. Consiguen un directo potente y realmente arrollador, mezclado con un talento individual y colectivo bastante alto, que consigue avivar la chispa, que se convierte en llama, para que todo el mundo baile. Quizás ese sea el secreto de su éxito.
Entrar en el Diner de Eddie es como entrar en una máquina del tiempo. Es como estar viendo Regreso al futuro, totalmente ambientado en los años 50 norteamericanos y en el Hawái más surfero en la zona de la terraza. Ahí es donde se celebrará el primer festival Rockabilly, sobre el que se han creado muchas expectativas. Si está en Ibiza este sábado y quiere alejarse de los tópicos fiesteros de la isla, no se pierda el Sunset Swing Festival, en la Avenida Doctor Fleming (paseo marítimo) de Sant Antoni de Portmany. Donde podrá disfrutar de todo lo expuesto líneas más arriba y de la mejor puesta de sol de todo el mediterráneo. Nosotros no nos lo perderemos. Y si vamos vestidos para la ocasión, mejor que mejor. ¡A bailar!