Su mirada era hipnotizadora, pero también interesada. Un día perdió el interés y empezó a mirar diferente, de otra manera igualmente interesada. Se le cayeron las lentillas, y simplemente se puso otras.
La mirada predispone nuestro pensamiento, definiéndolo. Nuestra percepción se construye dependiendo de cómo miremos algo. Los ojos solo ven con permiso de la mirada, la que dibuja la imagen de lo que queremos ver, de lo inventado. Si vemos el vaso medio lleno somos optimistas y si lo vemos medio vacío somos pesimistas, ¿o es al revés?. Binomios. Blancos y negros, ceros y unos, buenos y malos, separatistas e unionistas, mayorías y minorías, derechas e izquierdas, euforias y decepciones, chichas y limonadas, ni fu ni fa, ni pa ti ni pa mi.
Y mientras tanto los mismos, unos y otros. Siempre igual.