Ricardo Lezón y Gonzalo Eizaga son el 50 por ciento de McEnroe, una veterana banda que ha sabido abrirse paso en el indie español pese a «no poder comer de la música». Sobre la dificultad de ser genuinos y funcionar comercialmente como para poder «vivir» de una pasión «irrefrenable» dialogaron estos dos músicos con Negratinta en una entrevista que podréis leer en el número #01 de nuestra revista, que aparecerá en junio. Os dejamos un extracto como aperitivo de la charla que tuvimos con ellos en la sede de la discográfica Subterfuge. Si sois fans de McEnroe u os animáis a descubrir a estos bilbaínos, mañana –9 de mayo– actúan en Ochoymedio (Madrid) a partir de las 20 horas para presentar en directo su último álbum Rugen las flores.
–Más de una década con McEnroe, trece años para ser más exactos.
–Ricardo: ¡Y aún no somos profesionales! Puedes llamarnos amateurs. Amateurs que dedican su tiempo a hacer lo que les gusta, no como un hobby sino como algo muy importante en sus vidas, pero sin riesgo a llamarlo profesión. Tendría que cambiar la sociedad, toda la industria musical y los hábitos de consumo para que pudiésemos arriesgarnos a denominar a esto ‘profesión’. Necesitamos la música para vivir, pero no para vivir económicamente. Es más que suficiente con llegar a sitios que te escuchen y se sepan tus canciones. No existe un meta más allá de eso.
–Gonzalo: Sería muy bonito poder vivir de ‘esto’ siempre que ‘esto’ no hubiese que tocarlo. La forma de trabajar cambia mucho cuando hay más variables involucradas. La música que da de comer en España se apellida ‘Sanz’ y ‘Orozco’. Ricardo: Música de consumo, sin entrar en término despectivo, consumo bajo un infraestructura económica muy respaldada. En muchas ocasiones se crean productos y se distribuyen como tal.
Fotografía: Carlos Onetti