Siempre salen encuestas tipo: «¿Crees que los españoles somos racistas?» Bueno, los españoles sí son racistas, pero no es endémico, que no suene la alarma. Los españoles son racistas porque el mundo entero es racista. Ninguna sociedad está llena de racismo y ninguna está vacía. En todas hay porque en Marruecos hay racistas, y en los EE UU, Finlandia, China y Senegal. El racismo es universal. Lo que pasa es que desde el etnocentrismo se piensa que sólo los occidentales pueden ser racistas. Nunca he entendido esta encuesta. No hay que fingir ni el «yo no soy racista, pero…» No gusta lo de fuera, lo que es diferente, extraño. Lo que no entra en tus cánones, lo que no se entiende, lo que es diferente a ti. No gusta lo que se ve como una amenaza. Esto que digo no lo digo para legitimar nadie. El racismo se cura con educación, haciendo el amor y escuchando Dona estrangera de Manel. Todavía tenemos mucho que aprender de los pandas: son asiáticos, blancos y negros y los ama todo el mundo.
La gente que es racista, lo es irracionalmente o lo es por prejuicios y estereotipos. Yo, personalmente, lo que más he sufrido ha sido el trato de inferioridad y prejuicios, pero son muy difíciles de eliminar porque si no dices algo que alimente sus estereotipos, lo darán por falso. Buscarán cualquier noticia o anécdota mala para alimentar aún más sus estereotipos y dirán: «¿Ves? Ya lo decía yo. ¡Y luego dirán que somos racistas!» Pero no contrastarán la noticia, ni buscarán otras versiones, ni noticias buenas. Cogerán la noticia más remota, de la aldea más remota del país más remoto y la harán universal. También he de decir que he encontrado más discriminación por parte de los hombres que de las mujeres. No sé si esto es sintomático. Antes me dolían los insultos, ahora no sé si regalarles un pin o una galletita. Lo que está claro es que nadie sabe nada del Corán a parte de lo que han visto en las noticias sensacionalistas. El Corán y los actos salvajes que hacen en su nombre están tan lejos como Corea del Norte del Manifiesto comunista.
La gente no sabe por qué las mujeres musulmanas llevan el velo, pero lo quieren sacar del ámbito público. Dirán que «el velo atenta contra la dignidad de las mujeres» porque piensan que el hombre, sistemáticamante, obliga a la mujer a ponérselo; y si la mujer dice que se quiere poner el velo, dirán que es porque ella está tan sometida que no se da cuenta de su sumisión. Esto no es más que otra vez el etnocentrismo. También dirán que no quieren símbolos religiosos en la escuela, pero no dicen nada del Belén, porque la adornan con el eufemismo de que «es tradición», como hacen con todo. O dirán: «Aquí somos demasiado tolerantes, en su país ya nos hubieran lapidado». Esto quiere decir que no viajan y que están llenos de prejuicios. Yo personalmente estoy a favor de que se quiten todos los símbolos. Espero que nadie piense que protejo al Islam porque me llamo Hamed.
Iglesia Católica en el centro de Tetuán. Marruecos
Lo más chocante es que de la gente que he sufrido más racismo en España es de la gente del sur, sobre todo de andaluces o descendientes de andaluces que han salido de su comunidad. Es chocante porque son los que tienen más historia, rasgos y cultura en común con el Magreb. Es curioso, también, que ellos sean de los pueblos que más ha emigrado y que, incluso, hayan tenido problemas de integración.
En Cataluña sí que es verdad que he sentido menos racismo y prejuicios. Creo que porque al ser de Ibiza, me veían como tal y también porque, al menos en el ambiente universitario, ya era suficiente con pelearse con el resto de España. Mi abuelo me decía: «Los españoles no se quieren entre ellos, ¿crees que te querrán a ti?». Sea lo que sea, en Cataluña me he sentido más aliviado, aunque siempre me he presentado como ibicenco de raíces magrebíes, ya que la gente al principio no cree que sea de Ibiza. Yo en Cataluña casi siempre me he sentido querido, como uno más, o me he sabido mover mejor, salvo una vez que unas declaraciones de Duran i Lleida me sacudieron: «Me preocupa que haya muchos Mohameds que no se integren y no respeten las costumbres y los valores de este país. Me preocupa que nazcan más Mohameds que Jordis«. Estas palabras aún rondan por mi cabeza porque la gente vota al partido de este señor y me vienen estas preguntas:
¿Qué es ser catalán? ¿Catalán es quien se llama Jordi? ¿Es menos catalán Bojan por el hecho de llamarse así? ¿Para ser catalán debes ser del Barça? ¿Cristiano apostólico romano? ¿Abdennur Prado no es catalán? ¿Najat El Hachmi, ganadora del premio Ramon Llull, máximo galardón literario de las letras catalanas, no es catalana?, ¿Y Jordi no puede ser el nombre de un budista o un anarquista? ¿Cuáles son estos valores a los que se refiere? ¿A hablar catalán? ¿A llevar barretina? ¿A votar a CiU? ¿Los discursos de Pep Guardiola? ¿A leer a Miquel Martí i Pol? ¿Un musulmán no puede ser catalán? ¿Un musulmán no puede llevar barretina y hablar catalán? ¿Qué es ser catalán? ¿Ser casteller? ¿Pagar los impuestos? ¿Celebrar el tió? ¿Querer la independencia? ¿Saberse el estatuto? ¿Alguien se sabe el estatuto? Y, aún más, ¿alguien lo cumple? ¿Alguien se sabe el código penal? Él nació en Huesca y yo en Ibiza. ¿Por qué él es más catalán que yo? ¿Por el nombre? ¿Por linaje? Si es por el linaje a mi me daría gracia, pero no creo que le dé tanta a un psiquiatra
Dice que le preocupan los que no se quieren integrar. ¿Es necesario que un niño o una niña que hayan nacido aquí deban integrarse? ¿No parten desde cero como cualquier niño? ¿Quiere decir que sus padres no sabrán educarlos? ¿Y un Jordi no puede ser que tampoco esté integrado en la sociedad? Es cierto que hay gente que no se integran o que le cuesta más, pero… ¿Y los que son rápidos? ¿Qué deben hacer los de fuera para ser buenos catalanes?
