Es mejor estar atento, estando despierto y también dormido. Se sabe que cuando dormimos desconectamos ciertas partes cerebrales que sólo nos son útiles despiertos. Así pues, parece ser que nuestras imágenes son evocadas estocásticamente desde la memoria para fabricar nuestros mundos oníricos, irreales. Los sueños son fruto de nuestras preocupaciones, más bien pesadillas. Yo diría que de alguna manera es así, algo poéticos y teatrales, siempre punzantes. Si es así, se podría decir que quién afirma no soñar jamás vive de manera feliz sin tener que llevar sus angustias al mundo de los sueños cada noche. Liberado de lo que llama Baudelaire “la aventura siniestra de todas las noches”.
Alerta: sé vigilante hasta en tu mundo onírico. No te fíes. Llegan las elecciones, el surrealismo electoral. Evita un “buñuelazo en el ojo”. Mirada hacia atrás es siempre conservadora. Ojeada al pasado, lo mismo. Mejor, vista al frente para verlos venir, a unos y a otros. Visionado de izquierda a derecha, a las nuevas y las viejas. Vistazo arriba y abajo, descendientes y ascendentes. Miradas telescópicas para las mayorías y microscópicas para las minorías. Vista panorámica de partidos y zoom de candidatos al detalle.
¡Atento! En ambos mundos todo es posible, irrealmente factible. Abre el ojo, ten cuidado y desconfía de navajas de barbero en manos de políticos.
(Dibujo publicado el 6 de noviembre en: http://lamanodefuego.blogspot.com.es)