El dedo índice.
«Donde el sonámbulo descubre que un viaje hacia afuera es también un viaje hacia adentro, donde el presente le pisa los talones al futuro, y excita al pasado, el cual nunca se sabe cómo reacciona.» Alberto Ruy Sánchez.
El segundo dedo de la mano es el índice, en casi todas las culturas se utiliza para señalar, indicar, elegir y también pulsar. No sólo es el dedo que presiona el disparador de la cámara, sino que elige y muestra el camino de la mirada. Una mirada exterior que marca la interior, como dice Ruy Sánchez: «… afuera es también adentro». Con el índice se cuenta de una en una las pecas de un amante, se acerca al fuego tentador y se usa para probar los sabores de las cosas . Con el dedo índice decidimos, y también marcamos la línea del límite, y por lo tanto la tentación de cruzarla.
El dedo índice es un proyecto inacabable. La búsqueda no cesa. Es un trabajo para mirar. Afuera en los lugares de los viajes y hacia adentro a través de ellos. Simplemente deambulo por las ciudades, por sus calles y plazas, trenes y metros, monumentos y edificios. Solo observo como un sonámbulo curioso. Acecho a las gentes que habitan estos lugares. Pero no los espero, solo nos cruzamos. Y en este encuentro único, fotografío.
Una paloma cruzó su vuelo entre mi mirada y el Puerto de Vigo, posando con sus alas recortadas en el cielo. Un 21 de agosto en la playa de La Concha en San Sebastián retraté al anónimo “ Cara-pala “, mientras desenterraba la quilla de su velero tras ser escupido hacia la arena por la tormenta de un mar verde rabioso. A las seis de la mañana se encuentran los trabajadores de traje y los durmientes de cartones y suelos públicos parisinos, y mi cámara con ellos. Desde el vagón observo a una pareja en el arcén bajo un gran cartel con el nombre de la estación Concorde del metro. Se besan mientras ella acaricia su cuello, y él la abraza sosteniendo su cuerpo alzado de puntillas solo para él. Recuerdo la foto de Doisneau de la pareja besándose el día del fin de la Guerra, también en París. Y pienso en la idea del original, de la obra original en el Arte (…) Frente a un sex-shop fotografío el ordenado tráfico y las publicitarias luces de neón en la tenue noche de Berlín. Estrechas calles empedradas confluyen en una pequeña plaza de Praga donde un medio Cristo, que se intuye crucificado, parece constatar que solo los píes de Dios llegan a la Tierra… Buscados encuentros, sonámbulos hallazgos tan solo.
(c)Pepe Vera. Texto y Fotografías.
Serie (selección):El dedo índice.
Cara-pala. San Sebastian. 2009