Ayer soñé que era aire
para poder susurrarte mil y una vez
y mezclarme
con las palabras que salen de tu boca.
Tú y yo, uno solo
Ayer soñé que era agua
para poder deslizarme mil y una vez
y beber
las lágrimas efímeras que llora el desierto.
Tú y yo, uno solo
Ayer soñé que era fuego
para poder encender en ti ingrávidas pasiones
morderte,
transformarte, besarte y quemarme
Tú y yo, uno solo
Ayer soñé que era tierra
para poder enredarme en tu sombra
y buscarte
pensando día y noche en no pensarte.
Tú y yo, uno solo
Ayer soñé que dejaba de soñarte,
que ya no quedaban sueños como los de antes.
Y nos hicimos verbo,
logrando ser invisibles en un eterno y efímero instante.
Fotografia: Perceptions