Sí, Paco, has dejado aparcado facebook y tu vida se ha vuelto bucólica y aprovechas el día como hacía tiempo que no lo hacías. Paseas, ves a los pajarillos cantar, a los niños jugar por el parque y disfrutas de tu amor, pero, eso sí, tienes la necesidad de contarlo por el facebook. Puede que parezcas un ser recién salido de proyecto hombre y que, incluso, respires mejor, pero la situación no deja de ser tan patética como aquel ex alcohólico que llega borracho a una reunión de alcohólicos anónimos porque está celebrando que lo ha dejado.
Luego estás tú, Luis, que te pasas el día haciendo cábalas para justificar por qué algunos estados gustan más que los tuyos: Que sí es porque tiene más amigos. Que si es que es más activo y está todo el día en facebook. Que si tus estados son para una minoría intelectualmente dotada…evidentemente, cualquier cosa antes que pensar que lo que escribes es una mierda que no le gusta a nadie.
Sara, qué decir de ti, dices tener vida y alardeas de ello, pero te conoces mi muro mejor que yo. Igual que Marta, que sólo dice «es que estás todo el día escribiendo cosas en facebook» Claro, y ella está todo el día leyendo lo que yo escribo.
Siempre con justificaciones. Todos estamos en facebook, unos escriben más, otros menos, otros sólo cotillean a los demás, otros vienen a facebook a pescar cosas de las que apropiarse, otros sólo comparten noticias, otros sólo las comentan, otros sólo critican a usuarios de facebook desde facebook, otros creen desengancharse pero tienen la necesidad de contarlo por el facebook, otros hacen ver que nunca están en facebook, otros necesitan hacer ver que tienen vida fuera del facebook, otros rebotan ideas, otros las copian, otros actúan más, otros menos. Otros gustan más, otros menos. Estamos todos hechos una puta mierda. Dejémonos de tonterías y guerras innecesarias y abracémonos.