10 de octubre de 2005, encuentro de baloncesto de la Liga ACB de la Temporada 2005-2006 entre el CB Granada y el DKV Joventut. Pocos son los que recuerdan el día en el cual, un pipiolo de 14 años, al que semanas después apodarían como el Mago del Masnou, debutaba en el primer equipo del Joventut. Ricky Rubio, ese joven base delgado, eléctrico con una facilidad pasmosa para crear pases de fantasía y una confianza en sí mismo poco común en chavales de su edad, del cual se oían maravillas en la cantera de la Penya, juega sus primeros cinco minutos oficiales entre profesionales, el inicio de una preciosa historia.
Ver a Ricky jugar, disfrutar de su creatividad y desparpajo hacían las delicias de casi cualquier aficionado al baloncesto. Poco a poco su popularidad aumentó de forma exponencial, tanto que su capacidad para incidir en el juego colectivo empezó a convertirse en uno de los objetos de deseo de la NBA y desde la temporada 2006-2007, dos antes de su elección, ya se especulaba en qué posición sería drafteado, al mismo tiempo que no cesaban las comparaciones con grandes jugadores del baloncesto americano en especial con el mítico Pete Pistol Maravich. Tras varios años de grandes actuaciones -como la final de los JJOO 2008 ante USA– de especulaciones , altibajos en el juego –sobre todo en su época blaugrana– Rubio decide presentarse al Draft 2009 en el cual es elegido en quinta posición por los Minnesota Timberwolves, una franquicia a la que frecuentemente se acusa de haber boicoteado la carrera de grandes estrellas como Kevin Garnett, Stephon Marbury o, más recientemente, Kevin Love. El debut de Ricky se haría oficial el 26 de noviembre de 2011.
Los años han pasado y tras una temporada de rookie 2011-2012 en la cual muchos se aventuraron a predecir un futuro de super estrella de la Liga para el Mago del Masnou, Ricky parece no haber alcanzado todavía ese techo. En sus tres anteriores temporadas Rubio no se ha estrenado todavía en play-off, un hecho que empieza a poner su liderazgo en entredicho. Hace unos meses, el jugador catalán se vio envuelto en una polémica debido a que, al convertirse en agente libre restringido en Julio de 2015, Ricky debía renovar su contrato con la franquicia de Minnesota antes de finales de octubre de 2014, a la cual le exigía el contrato máximo para un jugador de cuarto año, es decir, unos 84 millones de dólares por cinco temporadas. Muchos de los General Managers de la NBA se echaron las manos a la cabeza ya que pese al buen cartel del que goza Ricky, pocos son los que le veían como un jugador franquicia sobre el cual edificar la remozada plantilla de los Timberwolves, especialmente tras la salida de Kevin Love. La franquicia se negó en rotundo y le ofreció a Ricky un contrato de 48 millones de dólares por cuatro años, es decir, uno similar al que se le firmó a Stephen Curry mega estrella de los Golden State Warriors un año antes. Tras numerosos tira y aflojas finalmente ambas partes acordaron una renovación que reportará a Rubio 55 millones de dólares en cuatro temporadas –13 millones por año– lo que le permitirá casi triplicar su salario anual actual que supera ligeramente los cinco millones anuales en esta temporada.
No son pocos los especialistas y analistas que consideran una aberración que Rubio cobre esas cantidades. Sin embargo, al tener en cuenta el nuevo contrato televisivo y las previsiones de ingresos que la NBA tendrá a partir de 2017 (es por ello que LeBron James firmó con Cleveland por sólo dos años) la Liga se verá obligada a negociar un nuevo convenio colectivo de salarios con los jugadores lo cual hará que el salario que Ricky percibe se convierta en el salario de los jugadores que se encuentran ese «tercer escalón» de la Liga.
A continuación, y a modo de análisis simple, se pueden proponer argumentos a favor y en contra del nuevo estatus de Ricky Rubio:
-A favor: Rubio es un jugador desequilibrante en un baloncesto de contraataque y posesiones cortas, es un muy buen pasador (8,6 asistencias por partido la pasada temporada), más que correcto defensor, buen ladrón y capaz de contagiar su alegría en el juego a sus compañeros. Por otro lado, la plantilla de los Minnesota Timberwolves plagada de jugadores que destacan por sus enormes cualidades atléticas como el alero canadiense Andrew Wiggins, el espectacular y explosivo escolta rookie Zach Lavine o el pívot senegalés Gorgui Dieng van a permitir a Ricky destacar en la generación de puntos fáciles mediante alley hoops y, de paso, hacer las delicias de los espectadores además de convertirse en un fijo de los highlights y jugadas de la semana, un hecho del cual se beneficia enormemente la franquicia de Minnesota.
-En contra: A pesar de encontrarse en su cuarta temporada en la NBA, Ricky sigue teniendo problemas en la anotación (apenas 11 puntos por partido), especialmente en el tiro exterior con porcentajes muy pobres. Pese a que los amantes del juego más tradicionalistas aboguen por que un base debe hacer jugar a un equipo primero, lo cual es totalmente lógico, las carencias en el tiro y anotación de Ricky se convierten en una ventaja táctica para sus rivales que no deben preparar dispositivos complejos para frenar al base de El Masnou. En una Conferencia Oeste con bases de la calidad ofensiva de Chris Paul, Tony Parker, Steph Curry, Damien Lillard o Goran Dragic es difícilmente comprensible que un base que aspire a liderar a su equipo a los Playoffs no suponga una amenaza constante desde cualquier posición ni para su par ni para el equipo contrario, al que se le pueda «flotar» en momentos clave del partido y permita a las defensas cerrarse más o doblar ayudas sobre otros jugadores, especialmente los jugadores que desarrollen su juego cerca del aro.
A decir verdad Ricky debería darse por satisfecho por haber conseguido un contrato de tal magnitud, ya que una franquicia como los Timberwolves sólo pagarían esas cifras por un jugador franquicia. Tras la marcha de Kevin Love a Cleveland, Ricky debe convertirse en el líder indiscutible de tan joven plantilla –que ha incorporado a los dos últimos números uno del draft Andrew Wiggins y Anthony Bennett– que deberá bregarse en una competidísima y dura Conferencia Oeste.
El tiempo dirá si los Timberwolves acertaron en la renovación a Ricky Rubio y si el base catalán puede llegar a convertirse en ese líder que su entrenador Flip Saunders ve en él desde hace tiempo. Por el momento y debido a su lesión, el tiempo ya está jugando en contra de Ricky cuyo equipo no levanta cabeza desde que el astro del Maresme sufriera una lesión de tobillo.