Asistimos al Mulafest, el festival madrileño que se celebra el último fin de semana del mes de junio en Ifema con el objetivo de reunir conceptos tan ligados como el arte, la música y el espectáculo. La oferta de posibilidades que pueden encontrarse en dicho festival se divide en tres amplios espacios en los que puedes disfrutar desde la posibilidad de contemplar motos personalizadas y una gran variedad de coches americanos en su zona de garaje, hasta el más puro arte urbano, como los murales o grafitis que se sitúan dentro del pabellón.
También nos encontramos con una sección muy comprometida con el arte de la ilustración, en la cual seis galerías como Swinton&Grant, Espositivo, Gunter Gallery, o La Fiambrera cuentan con un expositor donde poder contemplar su trabajo realizado antes y durante el festival.
Pero no solo de arte vive el Mulafest, la gran novedad reside en el territorio del tatuaje. Más de diez tatuadores ofrecen sus servicios a cambio de la donación de alimentos, pudiendo tatuarte allí mismo en una de sus salas con todos los componentes y requisitos necesarios. Se establece así una especie de trueque en el que salir ganando si estás dispuesto a incluir tinta en tu piel.
La originalidad y versatilidad del Mulafest también cuenta con otras actividades para amenizar las horas diurnas, como pueden ser el skate o el espectáculo de acrobacias aéreas. Esto es un sólo una pequeña parte de todo lo que alberga este festival que reúne cultura, música y arte. Las tres palabras mágicas para llegar a convertirse en un referente veraniego en la Comunidad de Madrid.
En cuanto al tema musical, la propuesta electrónica ha resultado ser más que acertada; con tan solo dos escenarios la organización pudo reunir a un público agradecido que coreó las actuaciones de grupos como Rhye, o a dos de los dj’s más reconocidos en la actualidad como Jon Hopkins o 2manydj’s en los que la buena calidad de sonido y el espectáculo de luces hicieron que el ambiente veraniego del festival se pudiese disfrutar al máximo sin mayor inconveniente que las altas temperaturas propias del mes de junio. Sin olvidarnos del segundo escenario, que puso a disposición de los asistentes un destacable trabajo de decoración contando con un suelo de césped artificial, así como una playa improvisada con arena limpia que se superaba gracias a las camas y tumbonas playeras desde las que se podía contemplar el espectáculo. A pesar de la caída de uno de los grandes conciertos programados –el de los austríacos Klangkarrusell–, el Mulafest dio la talla con otros grupos como Is Tropical o Sophie, cerrando una gran noche electrónica nada menos que a manos de Evian Christ dj set.
En definitiva, tres conceptos: cultura, arte y música, que ligados entre sí solo pueden tener un gran final. Esperemos que la masificación anual de festivales no afecte al Mulafest y podamos seguir disfrutando de todo el abanico de posibilidades que sustentan este festival madrileño.