Acariciar, sin amor, ese fuego fatuo
Acariciar, malherido, a un espectro vacuo
Acariciar por la pura necesidad de calor
Acariciar a un mal menor
Acariciar el magnetismo de sus llamas
Acariciar por la inercia en gestos de cama
Acariciar con el tacto grácil de un hada
Acariciar como el viento en la madrugada
Acariciar con toda la ternura humana
Acariciar hasta el triunfo de la mañana
Acariciar sin recato
Acariciar hasta esculpir tus trazos
Acariciar sin mesura
Acariciar en toda la andadura
Acariciar lo indecible
Acariciar hasta el fin de lo que fue posible
Acariciar con toda la epidermis
Acariciar como en un vis-à-vis
Acariciar consciente
Acariciar radiante
Acariciar inerte
Acariciar la suerte
Acariciar aun la tierra baldía
Acariciar (cientos de) anhelos cada día