Resulta que llevo años indignado; de hecho lo estoy desde los tres años. Resulta que me desgañito para abrir conciencias, para poner mi granito de arena a la montaña de la dignidad y así sacar a esas garrapatas incompetentes del centroderecha más rancio; que nos han mentido, saqueado, aporreado, encarcelado y sometido. Resulta que lo conseguimos. Sí, por fin nos despertamos del letargo. Por fin decimos «basta». Por fin les echamos de las instituciones; y resulta que ponen de concejal de Cultura en Madrid a un cabestro que, ya no es que haya hecho chistes de humor negro (que todos los hacemos en la intimidad), sino que además no sabe, literalmente, ni conjugar un verbo. ¿En qué estabais pensando?
Y después de leer unas cuantas cosas de Guillermo Zapata, a uno sólo le viene una pregunta a la cabeza: ¿Manuela, de verdad que no había otro? Es que resulta increíble que, después de tanta lucha, hayamos acabado en lo mismo: incompetentes en el poder. A mí, que haya hecho chistes de humor negro en 2011, sencillamente me es exactamente igual. Sólo me imagino a los basurólogos haciendo arqueología por su cuenta de Twitter para buscar basura que echarle en cara. Les da igual el contexto, ni el año: la bomba ya está hecha. Amigo Zapata… ¿De verdad eres tan inocente como para no saber que iban a buscar hasta por debajo de tu cama para ver si algún día te measte miestras dormías?
¿De verdad que no sabías que iban a usar cualquier cosa, aunque a ellos les dé realmente igual, para ir a buscarte con las antorchas? Si de verdad no sabías que todo esto iba a pasar, es que no tienes ni idea de dónde te has metido. Es que Madrid debe prescindir de un concejal de Cultura que no sabe ni conjugar un verbo; y no sabe lo que puede ser perjudicial para él mismo, para su partido, para sus votantes y para toda la gente que hemos depositado la fe e ilusión en el cambio. No hemos luchado tanto, como no dudo que hayas luchado tú, quizás mucho más que otros, para acabar en lo mismo: el gobierno de los mediocres.
Ya ves tú, amigo Zapata, ahora tienes a toda la derecha llamándote racista, antisemita y enfermo mental. La derecha, la derecha española, más racia que ninguna, arrastrando hacia ellos otra vez a toda la gente que ahora piensa lo mismo que ellos por leer lo que ha leído. La gente más rancia, más racista, más islamófoba, incompetente y retrógrada, puede permitirse el lujo de llamarte así a ti también; y contigo a todo tu grupo, y con todo tu grupo, a toda la gente que os ha votado. Porque sois gilipollas. ¿Por qué? Por ponérselo tan fácil al darte a ti un cargo.
Más que nadie sabrás lo duro que es luchar día a día, conferencia tras conferencia, charla a charla con aquellos que no te escuchan e incluso te insultan. ¿A cuántas manifestaciones has ido que no han servido de nada? ¿Cuántas veces has estado en la lucha o en el calabozo? ¿Cuántas veces has estado en contra de la guerra; a favor del oprimido y en contra del opresor? ¿Cuántos años de lucha vana has tenido? Porque, créeme, si la gente ahora os hace caso, no es por vuestros discursos desde hace 15 años, sino por la estafa, mal llamada crisis, que ha sacudido a España. Si no fuese por esa estafa, aún estarías en asambleas universitarias cantando canciones del Che Guevara.
Y pese a la estafa, seguía la gente votando a la derecha. ¿Por qué? Porque en España a la derecha se le perdona todo con mucha mayor facilidad y con la izquierda van con la lupa y el equipo de CSI, como esos basurólogos que he comentado antes, y que se han dedicado a hacer arqueología en tus redes sociales. España no perdona un fallo a la izquierda y vuelve rápido a la derecha. Tres fallos más, por muy infantiles e inocentes que parezcan, y la derecha gobernará el país en las próximas elecciones por los próximos 40 años. Fíjate que, aún con todo lo que han hecho, el PP es el partido más votado. Y vosotros… vosotros, gilipollas que no sabéis ni en qué país vivís.