Mientras estudiaban Comunicación Audiovisual en la Complutense, Ariadna, Jorge, Chema y Manu formaron un grupo para dar rienda suelta a su surrealismo musical y lírico. Una década después de haber grabado su primera maqueta, ha salido a la luz LPIV, el cuarto trabajo de estudio de una de las bandas más alternativas del panorama nacional. Letras irreverentes, como la del tema Me gusta que me pegues («Afílate los puños en mi cara / Hoy tienes 2 x 1 en mi mejilla / Escupe por una buena causa / Reviéntame de un soplo las costilla / Me gusta que me pegues / Sin motivo aparente / Tus golpes son siempre pertinentes«), les han creado un grupo de seguidores incondicionales que va en aumento. En la presentación de su último trabajo llenaron la Joy Eslava y, en un ambiente más relajado (el del Manneken, un anticuario que se convierte en coctelería cuando cae la tarde en Malasaña) charlamos con Los Punsetes sobre su trayectoria musical.
–Empecemos con una pregunta fácil: ¿Qué opináis de vuestro último disco? ¿Sigue el mismo ritmo que sus precursores o creéis que habéis disminuido la intensidad en cuanto a contenido lírico?
–Ariadna: El disco es buenísimo, nos lo hemos pasado genial grabándolo y lo hemos disfrutado mucho. Respecto a la intensidad, viene a ser una continuidad respecto a lo que hemos hecho anteriormente en líneas generales. No creo que hayamos bajado el nivel, incluso puede que lo hayamos subido en todos lo sentidos.
–Vuestro single Me gusta que me pegues habrá traído cola, ¿cómo lleváis las críticas?
–Ariadna: Ha traído una colita pequeña, la verdad es que no demasiada: podía haber sido mucho peor. Alguien ha exagerado un poco el contexto pero hemos salido ilesos. Cuando empezamos a ensayar la canción pensamos que quizá era un poco bestia, que podía darle oportunidad a alguien de sentirse provocado por la letra. Cuando componemos realmente no nos planteamos que algo pueda ser políticamente incorrecto. Entre nosotros nadie pone ‘tiritas’ a las letras, hacemos la puesta en común y aceptamos lo que venga.
–Manu: [Irónicamente] Las críticas las llevamos muy mal, lo que pasa es que hacemos porque no se note de cara a la platea.
–¿La canción Opinión de Mierda tiene que ver con eso?
–Chema: No hablamos sobre nosotros, son términos más generales; sobre todo nos referimos al afán que tiene ahora todo el mundo de opinar sobre cualquier cosa a través de una red social. La educación que recibimos tiende más a alimentarnos el ego dando lugar a que salgamos del instituto o la facultad con el pensamiento de tener mucho que decir u opinar sobre la vida. El tema va un poco sobre eso, sobre la incontinencia de opinar sobre algo de lo que no tenemos ni idea.
–Jorge: El mal de nuestros días es la pseudociencia y lo extendida que está.
–¿Quién compone las letras en el grupo? ¿Cuando la letra está compuesta, se acepta rápidamente por el resto del grupo o tenéis horas de charla para la decisión final?
–Chema: Manu y Jorge son los que suelen escribirlas y después nos las pasan al resto. En cuanto a la aceptación de los textos hay de todo, pero lo que pensamos lo expresamos abiertamente. Se ha dado el caso de que hayan escrito algo y no haya cuajado o no nos haya gustado una puta mierda, hablando claro.
–Sigamos con las letras. ¿Lo que decís en vuestras canciones cómo se lo toman vuestra familia y amigos? ¿Cómo recibe vuestro círculo más íntimo las canciones de Los Punsetes?
–Chema: En general, tenemos a los amigos de nuestra parte y a la familia, casi también. Ya son muchos años haciendo música como para darles un susto cada vez que sacamos un trabajo. Mientras trabajemos en algo serio y hagamos música como hobby, está todo muy bien.
–¿Os sentís más identificados con el último disco o tenéis preferencia por alguno de vuestros trabajos anteriores?
–Chema: Queremos a los cuatro hijos por igual. Los cuatro discos son como hijos, al fin y al cabo. El nuevo siempre es el más bonito hasta que se desgasta. Si tuviéramos que quedarnos con alguno nos quedaríamos con el siguiente.
–Ariadna: Yo creo que siempre hay favoritismos. En mi caso, tengo una canción favorita de cada disco como mucho. Del último, mi favorita sería Arsenal de excusas, aunque otras están bastante cerca.
–Os conocisteis en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense. ¿Llegasteis a plantearos entonces formar una banda profesional y vivir de ello, o la historia del grupo es un hobby que se alargó más de la cuenta?
–Chema: Era una actividad a la que dedicábamos tiempo durante la carrera, pero sin el planteamiento de que que fuésemos a durar más allá de la universidad, teniendo en cuenta, además, que todos habíamos tocado en algún grupo siendo adolescentes y con Los Punsetes no teníamos ninguna pretensión. Creo que, seriamente, nunca nos planteamos que pudiésemos llegar al nivel donde estamos ahora. El único objetivo era tocar en Nueva York, y ¡hemos ido y hemos tocado!
–¿Hubo algún momento en vuestra carrera en el que decidieseis poneros a tocar en un plan más serio?
–Chema: No, nunca nos lo hemos planteado. El crecimiento de Los Punsetes ha sido un cúmulo de cosas que han ido ocurriendo. Hemos ido agrupando canciones; primero grabamos una maqueta; luego otra; luego un disco, luego un single… Así hemos ido avanzando. Hemos subido los peldaños que nos iban apareciendo en el camino. Ha habido momentos en los que por trabajo y actividades personales de cada uno no nos cuadraban los horarios y hemos tenido que frenar un poquito: mirar con lupa si la fecha que nos ofrecían para un concierto la podíamos compaginar con nuestras vidas. Una gira de varias fechas fuera de Madrid y alrededores no nos la podemos plantear porque todos trabajamos entre semana.
–¿No queréis ver a Los Punsetes como un trabajo?
–Chema: Preferimos no verlo como un trabajo; realmente, un trabajo es una obligación y es algo que te proporciona sustento para vivir. Y tampoco es el caso. No queremos que el grupo llegue a convertirse nunca en una obligación.
–Jorge: Y trabajo viene de tortura, así que con eso está todo dicho.
–Desde vuestros inicios se os ha relacionado con grupos pertenecientes a la Movida madrileña como Kaká de Luxe, ¿os sentíais parte tardía de esa corriente musical de los 80 cuando entregasteis la primera maqueta en 2004?
–Chema: Cuando empezamos era la época de MySpace, pero nosotros decidimos sacar la maqueta física porque escuchar la música en formato físico es parte de nuestro pasado. Eso pudo dar pie a que alguien pensara quizás que estábamos relacionados con el recuerdo de la Movida, pero esa etiqueta ha sido más bien una referencia que ha pasado de boca en boca de manera viral. Nosotros nunca nos hemos sentido parte de la Movida madrileña porque, además, cada uno escucha grupos que no tienen nada que ver entre sí. Los gustos musicales son totalmente diferentes entre nosotros. Hay algunos grupos que sí nos gustan a los cinco, pero es una coincidencia. Algo tangencial. No nos peleamos por poner una música determinada en la furgo cuando viajamos. Somos más de escuchar Radio3 y reírnos con el magazine del mediodía que emiten los fines de semana en RNE.
–¿Os escucháis alguna vez?
–Ariadna: Yo, todo el rato. De hecho, este último disco lo llevo en el coche. Pero los demás, no; no sé por qué. Normalmente, cuando hemos terminado de grabar un disco y lo estamos tocando yo lo escucho bastante.
–¿Qué sentís cuando recuperáis un disco viejo y escucháis lo que habéis grabado hace cuatro años?
–Jorge: Nos parece que está bien. Hombre, a mí me hace gracia escuchar la primera maqueta que hicimos porque te llama la atención cosas que hiciste en su momento y ahora mismo no sabrías ni cómo hacerlas.
–Ariadna: A mí me resulta entrañable escuchar temas del pasado. No creo que nunca me arrepienta de lo hecho, sea el disco que sea.
–¿Y en la actualidad, a qué grupos os sentís más cercanos? Entre vuestros escasos gustos musicales en común, ¿contáis con algún referente a quien imitar o seguir los pasos?
–Chema: Bueno, la respuesta es un poco complicada porque como somos tan distintos tenemos grupos muy dispares como referentes, pero supongo que los Beach Boys o Los Ramones serían dos referencias con las que podríamos ponernos de acuerdo. Porque no puede haber nadie en el mundo a quien no le guste Los Ramones.
–Ariadna: Sí, hay mucha gente entre sus fans. Y más gente con sus camisetas.
–Sabemos que tenéis buena relación con varios miembros de La Hora Chanante, incluso Joaquín Reyes editó una portada de uno de vuestro discos. ¿Vuestra música se puede llegar a entender como humor musical?
–Jorge: Lo de Joaquín Reyes se explica porque Manu trabajó en Muchachada Nui.
–Manu: Hay una línea muy fina entre lo que es la música humorística y la que utiliza el humor como uno de sus recursos, que es lo que hacemos nosotros. Lo nuestro no es música humorística, en mi opinión.
–Jorge: Es verdad que utilizamos mucho el humor en nuestras letras, pero yo creo más que nada que eso es algo que en este país siempre se ha llevado. No obstante, a grandes rasgos, el humor es un género menor en todos los ámbitos, la música o la literatura; y, sin embargo, la solemnidad se ve como un símbolo de prestigio. Para mí es al revés, el ser sentencioso me da bastante asco. Prefiero que me vean como un ser frívolo que como alguien que sienta cátedra. Siempre ha tenido más fuerza una homilía que un chascarrillo. Que nos hayan catalogado como «humor» no nos preocupa demasiado; ya sabes, una vez que ya te han puesto en un nicho determinado ya vas con ciertos atributos por la vida.
–Los periodistas españoles cometemos habitualmente el error de etiquetarlo todo, ya sea en política, deporte, cultura, economía… ¿Vosotros os sentís parte de la música indie o rehuís de ella?
–Chema: Las etiquetas siempre son amplias y vagas pero puede ser que estemos inmersos en el supuesto indie sin habernos percatado de ello.
–Jorge: A mí me pasa a veces que cuando leo crónicas que hablan sobre el indie o el rock radical vasco me entran ganas de salir a la calle a ver si me encuentro con esos géneros. Pero tú lees esas crónicas y luego sales a la calle en busca del indie y te tienes que decir: «No lo veo». La atmósfera [del indie] parece que existe porque está descrita en los medios, pero no la ves en ningún lado. Cuando empezamos nunca pensamos en pertenecer a nada, simplemente hacíamos lo que nos salía e intentábamos tocar la música que íbamos grabando. El hecho de formar parte de algo o crear alguna corriente que ni tú mismo te enteras de que existe… No, eso es algo que no hemos llegado a razonar en ningún momento.
–Manu: Tenemos alrededor un entorno más underground con música más artesana, nada que ver con lo que se entiende comúnmente por indie.
–El nombre del grupo sabemos que proviene de Eduard Punset, pero realmente ¿alguna vez lo habéis llegado a conocer en persona? ¿Cómo se os ocurre bautizar a vuestro grupo así?
–Chema: Sí, nos lo encontramos una vez en la Feria del Libro, pero él ya nos conocía, o al menos sabía de nuestra existencia. En realidad, elegir este nombre fue una gilipollez, lo decidimos más por una cuestión audiovisual que por una cuestión de fondo. Cuando empezamos estaba Redes, que era un programa que estaba muy bien y era muy diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver en la tele. Anteriormente, no existía ningún programa de divulgación científica de ese estilo y como nos gustaba bastante elegimos a Punset para inspirar el nombre de nuestro grupo por ser un personaje bastante particular en lo estético. Nunca nos hemos planteado cambiarlo.
–Para pecar de originales: Patxi López declaró ser fan vuestro e incluso acudió a un concierto que disteis en Bilbao, pero no ha vuelto a veros en concierto desde que le elegieron como Lehendakari. Ni siquiera, cuando dejó el cargo. ¿Con el nuevo disco esperáis llegar a Pablo Iglesias o a Albert Rivera?
–Todos: [Risas] No, Patxi López no volvió cuando tocamos de nuevo en Bilbao. Fue un amor de una noche.
–Manu: Creo que Pablo Iglesias es más de cantautores de los 70.
–Jorge: Yo creo que es más de Los Chikos del Maíz o Lluís Llach. No tiene término medio y nosotros no encajamos ahí.
Fotografía: María Medina Pons