Las voces del mañana
El viento susurra una lejana canción
Un relato sobre un motín de unos pocos
Unos rebeldes asesinados y enterrados sin reposo
Un himno de libertad, una patria para todo corazón
Más allá del mar existe una tierra cruel llena de muerte
Un eterno otoño dónde vivir es cuestión de suerte
Los niños trabajan en el fondo de las minas
Y su piel de carbón cubre sus fantasías
Sus manos ensangrentadas recogen un mineral
Sus sonrisas se apagan, jamás verán el sol
Porqué ser feliz si no se es moral
Qué importan sus ojos si no hay quien mire su color
Surgió un hombre de un susurro
Una voz rebelde habló desde el interior
Un golpe de rabia en un pecho desnudo
Sintió la sangre hervir lista para la revolución
Su fuerza reunió algunos compañeros
Juntos lanzaron piedras sobre el tejado de su ingratitud
Chillaron y en un momento derramaron sus sueños
Quisieron vivir sin las cadenas de su esclavitud
El viento silbó otro tenue rumor
Una verdad escondida tras su fría voz
Ese chico no era un esclavo sino yo
Y los grilletes de la ignorancia apresaban mi amor
Quise huir de toda esta locura
Alejarme con paso descalzo y tranquilo
Por caminos sin asfalto, sólo accesibles contigo
Un lugar donde la justicia no fuera sorda y muda
El viento sopla desde lo lejano
Arrastra los reclamos del pasado
Hombres y mujeres de todas las casas
Las voces del mañana