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Vivir lejos de la patria sin contacto alguno con los medios de comunicación nacionales me da la oportunidad de conocer los libros más mediáticos como si fueran obras de autores anodinos solamente conocidos en su casa a la hora de comer. Y poder leer y valorar estos libros por sí mismos, sin la carga de miles de opiniones ajenas con la que se nos suelen presentar las obras más populares de público y ventas. Así me leí por primera vez un libro de Albert Espinosa, Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven, por la simple razón de que me hizo gracia el título y porque al ser un libro bastante corto podría ser una lectura ideal para mis estudiantes de español. La experiencia de lectura no fue del todo negativa, a pesar del argumento descabellado y de lo irregular de la técnica narrativa el libro tiene un cierto encanto que lo salva de la hoguera de los infumables. Por eso cuando volví a tropezarme con un libro de Albert Espinosa cometí el error de comprármelo y leérmelo.

Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo es un libro muy similar a Si tú me dices ven, pero con el fallo de que contiene todos los errores de este último careciendo al mismo tiempo de ese toque especial que lo hacía simpático e incluso entrañable. El narrador en primera persona de Todo lo que podríamos haber sido es insufrible por su superioridad moral sobre todos los que le rodean incluyendo a los lectores y por andar proclamando cada cuatro párrafos su independencia vital, emocional e intelectual. Desde esa altura va a llenar el abismo que le separa del resto de los mortales con todas las enseñanzas morales que le dejó su madre, alguien a quien solo conoceremos a través de los recuerdos de su hijo pero a quien imaginamos aún más insufrible que el propio narrador por ser aún más superior en sus seguridades absolutas sobre la vida, el universo y todo lo demás. El argumento podría haber salvado lo insalvable si no fuera porque es un encadenamiento de sucesos demenciales en una distopia cósmica que dejará al lector turulato y frustrado al mismo tiempo. Y mejor no hablar de las referencias sexuales pseudoincestuosas que van a ir saltando de vez en cuando de entre las páginas sin que vengan realmente a cuento y sin que se llegue a saber muy bien adónde quieren ir a parar.

Albert Espinosa ha demostrado con su éxito que sabe conectar con su público y darle lo que quiere, pero mi impresión es que en esta novela fracasó estrepitosamente en su empeño. Si quieren leer algo de este autor, desde luego que no sea este libro.

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Albert Espinosa by Negra Tinta. Ilustración de Jorge Berenguer Barrera para Negra Tinta. © Negra Tinta 2014

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