Como es habitual en la previa de un combate de boxeo, en este caso la revancha de Maidana contra Mayweather, se rumorean toda clase de anécdotas y sandeces sobre las debilidades de cada púgil. La última ha sido el puñal lanzado por Fifty Cent a Money, sobre su supuesto analfabetismo. Y decimos supuesto por que en el caso de la veracidad de la información, Mayweather no sabría escribir ni leer el inglés, pero sería un analfabeto del mismo modo que una rata de biblioteca es una analfabeta en el lenguaje del amor.
La escritura tiene una importancia capital en el desarrollo de la humanidad, ya que es la garantía de la conservación de todos nuestros conocimientos, un pozo del saber derramado en tinta en miles y miles de manuscritos, ahora convertidos en chips. Ahora bien, es un lenguaje tan válido como cualquier otro.
Antes de la comunicación mediante palabras ya existían los golpes. A modo de ejemplo, un perro no entiende el sonido de la palabra “hostia”, sin embargo sí entiende su significado cuando se le aplica. Por lo tanto, el lenguaje de los golpes se podría determinar como más universal que el inglés, el español o el mandarín.
El saber leer y escribir nos ha sido expresado como un requisito sine qua non para la supervivencia en la sociedad actual. Una persona que no sepa sobre la escritura se encuentra en clara desventaja para competir por los puestos de trabajo que le aseguren su manutención y un lecho donde reposar. De hecho, en el mundo occidental es muy difícil encontrar un analfabeto y se da por sentado que cualquier persona sabe leer y escribir. En un curriculum vitae ni siquiera se hace referencia al nivel de lectura o escritura de la persona.
Ahora bien, Floyd Mayweather es el deportista mejor pagado de todo el planeta, luce una carrera como boxeador inmaculada, pues todavía no ha conocido la derrota desde que es profesional hace ya más de quince años. Sus combates son criticados por su esgrima evasiva siempre eludiendo el choque de trenes, tan aclamado por las ganas de violencia del público, pero mucho menos elaborado que la danza que nos proporciona Money.
Él es un maestro en el lenguaje de los puños, conoce todos los recursos pugilísticos y los usa justo en el momento preciso de la contienda, igual que un poeta distingue cada una de las figuras retóricas y las incluye en su relato si lo cree necesario. Money ha trabajado duro desde su niñez con su padre y su tío, ambos ex boxeadores, para convertirse en lo que es hoy. Un boxeador de clase mundial y un producto capitalista que ingresa millones de dólares cada semana.
¿Qué le importa a Mayweather no saber leer ni escribir? Nada.