«-¿Tiene el Gobierno intención de modificar y actualizar los Protocolos de Alerta y Prevención de conductas suicidas?
-¿Tiene el Gobierno algún estudio que identifique las causas del elevado índice de suicidios?
-¿Piensa el Gobierno contar con las Asociaciones representativas de los intereses de los Guardias Civiles a la hora de elaborar y tomar en consideración cualquier tipo de actuación tendente a resolver la problemática en el funcionamiento interno de la Guardia civil, que da como resultado el elevado índice de suicidios y tentativas entre los Agentes?»
Estas fueron las preguntas que Ricardo Sixto, diputado de IU, hizo en el congreso de los diputados, en el año 2012, a raíz del informe de la Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC) en el que se hacía hincapié en el alarmante número de intentos de suicidios, suicidios perpetrados y bajas psiquiátricas entre los agentes de la Guardia Civil. Esta noticia pasó desapercibida para la mayoría de los grandes medios y apenas llegó a la sociedad; y si lo hizo, fue a cuentagotas. Y es que según el CIS la Guardia Civil es la institución mejor valorada del estado, pero… ¿Alguien sabe qué ocurre dentro del cuerpo? Las cifras no pueden ser más alarmantes. Desde el año 1.982, 447 Guardias Civiles se han suicidado y otros 401 lo intentaron. Estamos hablando de que han muerto más agentes de la Guardia Civil por suicidio desde 1982 que asesinados por ETA. Por ETA, desde la muerte de Franco hasta el día de hoy, murieron exactamente 203 Guardias Civiles. Estamos hablando de la mitad de muertes. Estamos hablando de que el suicidio se ha llevado por delante al doble de Guardias Civiles que ETA y aquí parece que nadie se ha enterado.
Todo el mundo en España sabe que ETA ha sido el huracán de fuego, sangre e ira que más agentes de la Benemérita se ha llevado por delante en la historia reciente de España, pero nadie sabe que otro huracán, el doble de mortal, sigue vigente y al acecho. ETA ha desaparecido, pero los suicidios, como si de una plaga se tratará, siguen resquebrajando los adentros de la Guardia Civil.
En 2001 se puso en marcha el I Plan de Prevención de Conductas Suicidas, pero no es hasta 2004 cuando se produce un buen despliegue de psicólogos y facultativos en el cuerpo que permiten en 2005 aprobar el II plan. Estos planes fueron a modo de torniquete para intentar parar el chorro de suicidios: En 1994 la tasa de suicidios en la Guardia Civil era siete veces superior a la tasa de suicidios en la población civil. Una cifra realmente espeluznante. Otros años era 4 veces superior, otros años el doble, otros el triple…Desde la creación de estos planes han menguado los suicidios, pero sigue siendo superior la tasa de suicidios en la Benemérita que en la sociedad civil. Sólo en el año 2007 fue inferior a la tasa en civiles.
¿Por qué se suicidan los Guardias Civiles?
La AUGC es una asociación de Guardias Civiles independiente e hizo un estudio independiente, con su consiguiente informe, con la ayuda de un psicólogo, Daniel Jesús López Vega, que en este aspecto cree «que el acceso a armas de fuego es una de las causas de que en la Guardia Civil haya tantos suicidios. También influye el carácter militar de la Benemérita y las condiciones laborales. Se supone que los trastornos mentales y los problemas personales deberían influir menos, porque se presupone que un agente está más preparado, pero no es así». El Servicio de Psicología de la Guardia Civil, dependiente del ministerio, afirma también que es debido a tener posesión de armas de fuego. También dicen que las causas son multiculturales y multicasuales, dejando claro que no hay una causa única y haciendo hincapié en que nunca se han encontrado con un caso cuya causa principal sea laboral. Esto no es lo que piensa la Unión de Guardias Civiles, que dice que el 50% de los casos, la mitad, tienen que ver directamente con lo laboral y que la gran mayoría son Guardias Civiles rasos.
Es curioso cómo achacan todo a la posesión de armas, como si fuese el único cuerpo de seguridad del estado que las llevara. No es el único, sólo el que más veces las ha utilizado para quitarse la vida, además de ser el cuerpo que menos cobra pese a ser uno de los que tiene más responsabilidades: Un policía local puede cobrar más que un Guardia Civil.
La AUGC, en el año 2007, sacó un libro, La cara oculta de los policías en España, donde desveló que cada diez días un guardia civil consuma o intenta suicidarse a causa del estrés o de las duras condiciones laborales a las que tiene que hacer frente este cuerpo de seguridad en su trabajo cotidiano. Los autores de la obra realizaron dos encuestas a más de 500 agentes del Instituto Armado que permitieron conocer sus condiciones laborales y profesionales, así como la incidencia del acoso laboral que se produce en dicho cuerpo.
Entre otras conclusiones, el estudio revela que el 20% de los encuestados dicen haber sufrido algún tipo de acoso laboral en la Guardia Civil, dato que, en opinión de los autores, debería llevar a la reflexión de los responsables del Instituto Armado. Alrededor de 17.000 agentes causaron baja psicológica en la Guardia Civil en la última década, motivo por el cual se perdieron seis millones de jornadas laborales, que supuso un coste de más de 500 millones de euros. Desde la AUCG expresaron su deseo de que «la Administración se dé cuenta de que tiene un problema grave, que tiene que abordarlo»
Los suicidios son un tema tabú en España. Más tabú se convierte si los suicidios se dan en las fuerzas del orden y la institución mejor valorada por los españoles. Más tabú se convierte cuando la tasa de suicidios en la benemérita ha llegado a ser siete veces más alta que la tasa civil. Más tabú se convierte cuando por suicidios han muerto el doble de Guardias Civiles que por ETA.
Nadie, a excepción de AUGC, parece tomárselo en serio. Es un tema del que no se quiere hablar; que prefieren hacer ver que no existe. Prefieren esconderlo debajo de la alfombra. Tanto es así, que el gobierno de Rajoy, desde el ministerio del interior, ha abierto desde que gobiernan 37 expedientes disciplinarios a portavoces de AUGC por hablar con los medios. ¿Qué quieren esconder?