«El Ensanche es un baluarte, una fortaleza de la Razón que mantiene a raya las fuerzas animales del barrio húmedo, y suaviza la salvaje codicia del barrio seco. Es una llanura intelectual y laboriosa cuya enorme extensión hace muy difícil el choque frontal de las dos castas enemigas. Un criminal del Sur, sediento de venganza, se aburrirá antes de llegar hasta su víctima, el patrono del Norte».
Félix de Azúa, escritor y barcelonés.
–
El mapa de Barcelona es un engaño. El mapa de Barcelona se encuentra en todas las paradas de autobús, metro y tranvía de la ciudad. El mapa de Barcelona sitúa el mar al Sur cuando en realidad está al Este, sitúa las montañas al Norte cuando en verdad están al Oeste. El mapa de Barcelona es un engaño para facilitar la vida al turista, que entiende el mapa global en términos sencillos de Norte y Sur, Oriente y Occidente. Tal como parece el mundo.
De entre los muchos barrios barceloneses, el del Eixample es el más densamente poblado de toda la capital catalana. Fue diseñado hace más de un siglo a base de calles rectas y casi infinitas, donde se pierde la vista hacia el Sur o el Norte, Este u Oeste. Barrio repetitivo en el que las personas se pierden cientos de veces: todo es igual y la única forma de situarse es con el nombre de las calles. De noche, incluso, todo es mucho más parecido por la falta de luz: apenas hay personas por el barrio a las que poder preguntar por el nombre de la calle o lugar que se recuerde.
Algo muy característico de este barrio son los cruces de dos calles, que no forman cuadrados, sino octógonos. Esto hace que, para atravesar un cruce, la persona deba hacer una diagonal calle adentro, cruzar el paso de cebra, y de nuevo hacer otra diagonal calle afuera para seguir en la misma línea que se dejó al tomar la primera diagonal. Este cruce de calles barcelonesas tan particular permite que se pueda reconocer en seguida a dos tipos de personas, quizás, incluso, aquellas en las que podría dividir al ser humano. Los que hacen el recorrido más largo son, sin duda, los que no conocen bien el barrio o aquellos que tienen miedo, ya sea a perder la vida o a ser sancionados por saltarse la norma; mientras que los profesionales del Eixample o aquellos sin miedo atraviesan las calles en línea recta para no perder el tiempo.
Porque el tiempo, después de tanto cruce y tanto urbanismo que se hizo para echarlo a perder, se convierte en el barrio del Eixample en algo de capital importancia.
–
«Con sideral intuición, los munícipes han ido bautizando las calles del Ensanche con nombres de lugares: calle de Aragón, de Córdoba, de Valencia, de Calabria o de Mallorca. Reconociendo de ese modo la ambición intelectiva del barrio que quiere ser el lugar de todos los lugares, mapa del mundo a escala doméstica».
Félix de Azúa.
Imagen: Cruce del Eixample con las dos opciones indicadas.