Así como aparecieras
dejaste de ser.
Tan efímera andadura,
tan frágil desnudez.
Tan vacua dulzura,
tal belleza en tu tez.
Tan huidiza de tu yo futura.
Tanta herida infectada
de literatura…
y tantas noches colocada.
Tan zorra de tan pura,
tan bonita, tan ajada.
Tan flexible y tan escéptica.
Tan insondable mirada,
tan maléfica y fantástica.
Tan futil honestidad.
Tan inane tanta entrega a
tan pérfida diva.
Tan cobarde aun sincera,
tan elocuente desprecio.
Tan débil en tu fortaleza,
tan ruin silencio.
Tan serena en la flaqueza.
Tanta poesía baldía
y, dondequiera que estés,
aún sigues mereciéndola.