El bipartidismo en España ha perdido más de cinco millones de votos. Parece que al fin se ha entendido que lo que necesita España a nivel político es airearse y acabar con los turnos de poder de los dos partidos mayoritarios como si de Cánovas y Sagasta, o Maura y Canalejas, presidentes de los partidos conservadores y liberales que a través de los Pactos del Pardo acordaron alternarse en el poder durante la restauración borbónica, se tratara.

 

Cánovas y Sagasta

Cánovas y Sagasta

El gran beneficiado del fin de esta dinámica es el recién creado partido PODEMOS, que con apenas cuatro meses de vida, ideología de izquierdas y más de un millón de votos, ha conseguido cinco escaños para el Parlamento Europeo; mientras que en Catalunya el gran beneficiado ha sido ERC, partido republicano e independentista, que ha ganado sus primeras elecciones desde la II República. Las tres primeras fuerzas políticas en Catalunya son claramente soberanistas. Estas elecciones han sido un espaldarazo a la idea soberanista.

Mientras tanto, en Europa, crece con fuerza el euroescepticismo y la extrema derecha; y parece que estemos en la antesala del desmembramiento de la Unión Europea, igual que el desmenbramiento de la URSS, y el alzamiento de nuevas fronteras entre países miembros de la ya languideciente Unión Europea. La extrema derecha, con discursos populistas, eurófobos, euroescépticos, racistas y demagogos han conseguido llegar a las clases populares de sus respectivos países; sobre todo en Francia, donde el Frente Nacional de Le Pen ha arrasado y consigue más de una veintena de escaños. Es muy peligroso lo que ha ocurrido en Francia, no olvidemos que hace pocos días el fundador del Frente nacional, Jean-Marie Le Pen, dijo que su partido acabaría con la inmigración

Estoy muy orgulloso de que España, mi país, esté más sano moralmente que Francia y Grecia, pese a la puta crisis, y que no se tire a los brazos de partidos ultraderechistas, populistas y racistas como el Frente Nacional o Amanecer Dorado. Francia, das bastante asco.

Oscuros tiempos acechan a la vieja Europa, mientras que en España parece empezar a brotar la hierba con una brisa nueva, aire fresco y esperanza que han traído estas elecciones, pese a que muchos aún no sepan dónde viven y haya ganado el PP, seguido por el PSOE. Ayer, por primera vez, quizás, nos adelantamos a media Europa: elegimos la luz y no la sombra. El bipartidismo tiene fecha de caducidad y los partidos racistas y populistas, siguen siendo una minoría en la sombra. De esto sí que tendríamos que estar orgullosos todos los españoles.

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