España ha vuelto a echarse las manos a la cabeza ante las primas que los futbolistas de la selección cobrarán si regresan de Brasil con la Copa del Mundo en el equipaje. En total, cada jugador se embolsará 720.000 euros si vuelven a proclamarse campeones del mundo, lo que supone un 20% más que hace cuatro años en Sudáfrica. Con el país sumido en una profunda crisis, con una tasa de paro juvenil por las nubes y un empleo cada vez más precario, definir estas primas como polémicas seguramente sería quedarse corto. Y más si tenemos en cuenta que son el doble de lo que ingresarán los futbolistas brasileños, anfitriones del campeonato (330.000) o los alemanes (300.000) en caso de éxito.

Por todo ello, tal vez el término inmoral defina mejor que polémica la desorbitada cantidad que cobraría cada futbolista en caso de campeonar. Es cierto que puede parecer injusto que mientras en el país millones de personas pasan apuros para poder tener lo mínimo, unos cuantos elegidos se llenen los bolsillos por dar cuatro patadas tras un balón. Pero ese argumento tiene una réplica tan contundente como el total de las primas.

Fui el primer indignado al saber que la mayoría de jugadores tributaron los premios del pasado Mundial en Sudáfrica para ahorrarse impuestos. Y sería el primer indignado si mis impuestos –que pago como cualquier otro ciudadano– sirvieran para ampliar las arcas de los jugadores. Pero no es así, y esta es la parte de la película que casi nadie explica cuando se irrita al conocer las primas de la selección. Guste o no, el fútbol genera una cantidad ingente de ingresos. Tantos, que permite a la Federación Española pagar a cada jugador 720.000 euros en caso de victoria en Brasil, y aún así tener beneficios.

Solo con el triunfo de la Roja en Sudáfrica, la Federación Española ingresó más de 30 millones de euros entre la FIFA y los diferentes patrocinadores. “Después del Mundial del 98 en Francia, pedíamos 100.000 euros por amistosos y nos contestaban que 75.000. Ahora no bajamos del millón de euros en ninguno”, explicaban los representantes de la Federación a El País hace unos días.

La de fútbol es la única federación deportiva española que año tras año, tiene beneficios. Y aunque es cierto que podrían tener primas más modestas para ser solidarios con los más humildes, al fin y al cabo lo único que hace la Federación es repartir entre todos el pastel que ellos mismos cocinan. Por lo tanto, más que cuestionarnos si los futbolistas merecen cobrar un dineral aunque lo generen por ellos mismos, quizás lo que deberíamos hacer cada uno de nosotros es preguntarnos si es justo que demos la importancia que le damos al fútbol y obviemos tantos otros deportes. Eso sí, lo fácil es criticar la cifra mientras nos ponemos la camiseta de nuestro jugador favorito y nos tomamos una cerveza de la marca que patrocina a la Federación Española.

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